El tan ansiado ‘Ascenso de Skywalker’ (2019) ha llegado con mucha nostalgia al igual que lo hizo ‘El despertar de la fuerza’ (2015). No se puede negar que esta trilogía, que da fin a las aventuras de la familia Skywalker en el universo de Star Wars, ha sido diseñada desde un inicio por J.J Abrams. pesar de qué esa percepción no tiene nada de malo, si llega a cansar el exceso de nostalgia que nos da al ver esta última entrega del universo creado por George Lucas.
Creo que Abrams ha sobrepasado el límite entre lo nostálgico y lo empalagoso, tanto es así que ha traído a viejos fantasmas del pasado de los que muchos ya habíamos borrado de nuestro recuerdo.
Pero a la vez creo que le ha dado un justo final, esperado entre lo que habíamos visto en el Episodio XII, a esta trilogía que muchos esperábamos y a la que a nadie a satisfecho por completo. Tengo que remarcar que en las anteriores entregas me parecieron un ridículas la muerte del mejor bandolero de la galaxia en la anterior película dirigida por Abrams y demasiado irreal la salvación divina de la General Organa en la entrega dirigida por Rian Johnson.
Sin embargo en esta entrega, Abrams a hecho justicia a todos esos detalles de las dos entregas anteriores que podrían haberse hecho mejor. Pero no es oro todo lo que reluce y ha tenido el gusto de dejar alguna que otra escena que podría haberse ahorrado o replanteado en cuanto a transformación de los personajes.
No sería honesto si no dijera que en esta entrega he tenido los mismos sentimientos que en otras entregas. Así como me han frustado algunas escenas como comentaba antes, también me he reído mucho en las escenas de los personajes secundarios como Poe o nuestros queridos androídes y me he emocionado en dos momentos cruciales del metraje: con Chewbacca y en la batalla final, por un más justificado orgullo rebelde.
Debo remarcar un momento que para muchos pasará desapercibido pero que en cuanto a análisis de diálogos es fantástico precisamente por la ausencia de ellos. Sin pretender hacer ningún spoiler quiero dar la enhorabuena a la puesta en escena del final de la trama que comparten Poe Dameron y Zorii Bliss, en una mirada y dos gestos dan a entender mucho sin hablar nada.
De la entrega hay mucho que analizar, pensar y debatir. Pero hay que decir que a pesar de cumplir con todas las premisas que plantea a lo largo de la historia, una cosa que hay que agradecer, da un mensaje claro a todos los espectadores: «De dónde vienes no puede condicionar tu camino y limitar la meta a la cual quieres llegar».
Para finalizar quiero destacar él que es para mi el mejor diálogo del film y que deja ver el espíritu rebelde y político, en el que también están impregnadas estas películas, del que me enamoré como un rebelde incondicional.
No son un ejército, son la gente.